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Abg. Jian Franco Lopez Pizardo

ALEJANDRO TOLEDO EN PERÚ Y TODOS LOS CASOS EN SU CONTRA

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¡Es el tercero! El tercer ex presidente del Perú no solo preso, sino que recluido en el mismo penal que los otros dos, la ya histórica penitenciaria de Barbadillo. El trío de mandatarios permanecen separados entre sí y del resto de la población carcelaria, pero no podemos evitar sonreír al imaginarnos las múltiples situaciones que tendrían lugar si algún alcaide (seguramente con vena de comediante) decidiera soltarlos, solo para ver qué pasa. ¿Se relacionarían entre sí? ¿Jugarían Uno? ¿O quizás se dividieran en tres bandos, con sus propios lacayos y lugartenientes, sus infantiles conflictos fronterizos y endebles alianzas momentáneas? Una cosa es clara: el Perú es un capítulo eterno de El Especial del Humor.

Alejandro Toledo Manrique ha pasado a la historia del Perú y quizás del mundo. La leyenda del hombre que derrotó a la dictadura Fujimorista, y terminó encarcelado con el ex dictador. Enemigos a muerte en un momento, hoy vecinos. Pero quizás exageramos; Toledo no derrotó a la dictadura, simplemente se posicionó en contra de ella y se encaramó al poder cuando el viento fue propicio. Como presidente, poco se preocupó por desmantelar el aparato dictatorial forjado a lo largo de 10 años. Por el contrario, se apresuró a enriquecerse lo más posible; la lucha contra una dictadura no salía barata, pero más parece que lo único que le molestaba de la dictadura era que el dictador fuera japonés y no peruano.

Cuando Toledo se hizo presidente, uno de los proyectos de más renombre fue el de la Carretera Interoceánica, una construcción que iría de Perú a Brasil, conectando el Pacifico con el Atlántico. La empresa ganadora de la licitación para llevar a cabo tamaño proyecto fue la célebre Odebrecht, para los Tramos II y III, y la empresa Camargo Correa, para el Tramo IV. No obstante, el 21 de enero del 2017, Jorge Barata, ex director de la empresa brasileña en Perú, reveló que, para ganar dicho proyecto, habían sobornado a Alejandro Toledo con 31 millones de soles, suponemos que un sol por cada uno de los peruanos en ese entonces. A los pocos días se le abrió una investigación por tráfico de influencias, lavado de activos y colusión. Todas sus propiedades comenzaron a ser intervenidas y el 8 de febrero de ese mismo año, el juez Richard Concepción Carhuancho dictó 18 meses de prisión preventiva contra Toledo, que en aquel momento no estaba en el país (y tampoco tenía la intención de volver).

Se solicitó su captura a nivel internacional, pero el ex presidente, ya en EEUU, hizo todo lo posible por entorpecer su proceso. Quizás lo más tonto, y lo que colmó la paciencia de los policías y jueces estadounidenses, haya sido mentir sobre no tener dinero para que se le atribuyera un abogado público, y luego contratar a uno de los buffets legales más caros del país para su defensa. EEUU no será perfecto, pero definitivamente no es Perú. La semana pasada se le ordenó entregarse a la justicia o irían a arrestarlo. A las pocas horas de hacerse presente, Toledo ya estaba siendo extraditado al Perú, donde cumplirá sus 18 meses de prisión preventiva en el penal de Barbadillo, junto a Alberto Fujimori y Pedro Castillo, dos golpistas con distintos grado de éxito.

Hay que recordar que Toledo enfrentará un juicio por el caso Odebrecht, pero aún está en investigación el caso de ECOTEVA, el cual podría implicar la extradición de Eliane Karp al Perú. ECOTEVA fue una empresa constituida en Costa Rica por Eva Fernenbug y dos de sus trabajadores de limpieza. ¿Quién es Eva Fernenbug? Pues la madre de Eliane y suegra de Alejandro Toledo. Dicha empresa habría comprado una residencia en Las Casuarinas por 4 millones de dólares y una oficina en la Torre Omega por 882 mil dólares. Cuando le preguntaron a Toledo de dónde había sacado su suegra dinero para comprar tales propiedades, este respondió que se trataban de sus ahorros personales y una indemnización que recibió por ser sobreviviente del Holocausto Nazi.

La verdadera respuesta era otra: Josef Maiman Rapaport. Gracias a este empresario peruano-israelí, el entonces presidente también habría pagado las hipotecas pendientes de sus casas en Camacho y Punta Sal, por nada menos que 217 mil y 277 mil dólares, respectivamente. (¡Qué tal amigo!) ¿Y cómo le pagó el mandatario? Afirmando que las propiedades compradas por su suegra eran realmente propiedad de Maiman. Este, sin perder tiempo, se acogió a la colaboración eficaz y declaró que esa plata Toledo la habría recibido de Odebrecht. ¡Chan chan chan!

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